Los copos de nieve eran melodías en el cielo, marcados al compás del viento. El Vagabundo había llegado a un jardín y se puso a recoger rosas rojas del suelo. Las había visto morir mientras las sostenía.
Todo es blanco y gris y azul, y a veces, a veces rojo, pero siempre se me marchita en las manos, se dijo el Vagabundo. Comeré de estas flores antes de que mi tacto mate sus colores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario